Así murieron los 12 Apóstoles de Jesucristo.
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Pedro, probablemente fue martirizado en Roma alrededor del año 66 d.C., bajo la persecución del emperador Nerón. Fue crucificado boca abajo a petición propia.
Andrés, hermano de Pedro, se cree que fue crucificado en una cruz en forma de X en Grecia. Tradicionalmente, se dice que predicó mientras estaba colgado.
Santiago (el Mayor), hijo de Zebedeo, fue ejecutado por Herodes alrededor del año 44 d.C.
Juan, el único apóstol que se cree murió de muerte natural por vejez, fue líder de la iglesia en la zona de Éfeso y cuidó de María, la madre de Jesús. A pesar de enfrentar persecuciones, incluido un intento fallido de ser asesinado en aceite hirviendo, vivió hasta una edad avanzada.
Tomás posiblemente viajó hasta la India, donde, según las tradiciones, murió apuñalado con lanzas.
Felipe podría haber sido martirizado en Hierápolis, actual Turquía, aunque existe cierta confusión sobre si realmente fue Felipe el apóstol o Felipe el diácono quien murió allí.
Mateo, el recaudador de impuestos y autor de un Evangelio, se cree que ministró en Persia y Etiopía. Hay reportes contradictorios sobre su muerte, algunos dicen que murió de muerte natural y otros que fue martirizado.
Bartolomé (también conocido como Natanael) supuestamente llevó el evangelio a la India, Armenia, Etiopía, y el sur de Arabia. Las tradiciones sobre su muerte incluyen ser despellejado vivo o decapitado.
Santiago (el Menor), hijo de Alfeo, se reporta que fue apedreado y luego golpeado hasta la muerte en Jerusalén.
Simón el Zelote habría ministrado en Persia, donde se dice que murió por negarse a sacrificar al sol dios.
Judas Tadeo es reportado haber sido martirizado en Persia, muerto por flechas.
Judas Iscariote, luego de traicionar a Jesús se ahordo desde u. árbol
Es importante notar que, aparte de las muertes de Judas Iscariote, quien se suicidó, y Santiago el Mayor, cuya ejecución está documentada en el libro de Hechos, la mayoría de los detalles sobre las muertes de los apóstoles provienen de tradiciones y registros históricos externos a la Biblia, los cuales a veces pueden ser conflictivos o no completamente verificables.
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