La Navidad que paró una noche la I Guerra Mundial




Fue un 24 de diciembre de 1914 cuando la Navidad provocó la primera tregua extraoficial e inesperada de la Primera Guerra Mundial, la conocida como 'Tregua de Navidad'.


La tregua ocurrió a pesar de la oposición de los niveles superiores de ambos ejércitos.


Esta es la historia de cómo un mensaje universal que nació en Belén, a través de un villancico hizo olvidar a ingleses y alemanes los disparos y las explosiones, para cambiarlo por un sentimiento que por unas horas superó la terrible guerra.






 UNA HERMOSA HISTORIA


Se conoce como Tregua de Navidad a un breve alto el fuego no oficial que ocurrió entre las tropas del Imperio alemán y el Imperio británicoestacionadas en el frente occidental de la Primera Guerra Mundial durante la Navidad de 1914.


Comenzó de forma espontánea en la víspera de la Navidad, el 24 de diciembre de 1914 cuando las tropas alemanas comenzaron a decorar sus trincheras, luego continuaron con su celebración cantando villancicos, específicamente el conocido mundialmente “Stille Nacht” (Noche de paz). Las tropas británicas en las trincheras al otro lado respondieron entonces con “Silent Night”, los mismos villancicos en inglés.


Muchos historiadores coinciden en que el origen del villancico 'Noche de Paz' procede de Austria, cantándose por vez primera un 24 de diciembre de 1818 (hace 200 años), para convertirse en una de las canciones clásicas de Navidad en multitud de países e idiomas.





Ambos lados continuaron el intercambio gritando saludos y felicitaciones de Navidad los unos a los otros. Pronto ya había petición de encuentros en la tierra de nadie, donde pequeños regalos fueron intercambiados.


La artillería en esa región permaneció silenciosa a ambos lados esa noche. La tregua también permitió que los caídos recientes fueran recuperados desde detrás de las líneas y enterrados.


Se condujeron ceremonias de entierro con soldados de ambos lados del conflicto llorando las pérdidas juntas y ofreciéndose su mutuo respeto.


Está documentado un entierro durante esta tregua en la tierra de nadie, durante el cual soldados británicos y alemanes se reunieron para leer un fragmento del Salmo 23:  El Señor es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; y en la casa del Señor moraré por largos días.


La tregua se propagó hacia otras áreas, y hay muchas historias -algunas quizá apócrifas- de partidos de fútbol entre las fuerzas de uno y otro bando. Hay cartas que confirman, por ejemplo, que el resultado de uno de esos juegos fue 3 a 2 a favor de Alemania.





En muchos sectores la tregua solo duró esa noche, pero en algunas otras áreas se prolongó hasta el día de año nuevo, e incluso hasta el mes de febrero.


Fuente: evangelicodigital.com

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